sábado, 26 de junio de 2010

Fragmento del cuento el cartero (de los 21 cuentos de los cuadernos de mi esposa)


EL CARTERO:


Toc- Toc

¿Quién es?

Soy yo, el cartero.

Se oyen pasos aletargados

Ya sé, es muy temprano, lo siento.

No, no se preocupe, esta bien.

¿Qué es?

Un sobre del extranjero certificado. Firme aquí por favor

¿Es necesario?

¡Si lo es!

Le extendió el lápiz el cual corrió como olas sobre el papel. El brillo helado de aquellos ojos, presagiaba tormenta al leer la carta. Luego, con un rápido movimiento la rompe en mil pedazos.

El cartero, fiel exponente de la psicología callejera, enfiló sus pasos hacia otra puerta no sin antes despedirse cortésmente recibiendo como respuesta un desganado “hasta luego” como el acero.

Cada paso lo separaba aun más de la franja tricolor del sobre que había depositado. El sólo lo entregaba dónde indicaba la dirección y sin embargo, sabia que no estaba donde debía estar.

Repasaba mentalmente lo poco que sabia sobre aquel lejano lugar. Narraba un viejo amigo de su padre, que ese país brotaba enclavado entre mares y montañas y que al ondear su bandera honraba a las cumbres nevadas de su cordillera, al azul del cielo que lo cobija y la sangre de sus valientes araucanos de cuyas gotas derramadas nacieron los copihues, la flor roja que los representa.

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