sábado, 26 de junio de 2010

LA NIÑA DE ARENA Y EL PESCADOR DE PIEDRAS


CAPITULO I

Amanecía y como todos los días Ernisca se levantaba muy temprano para ir a la escuela, como su madre dormía ella misma se sirvió una infusión caliente de granito líquido con chispitas de polvo de meteorito y se fue saltando a la escuela sin olvidarse de limpiarse los dientes previamente.

Pero algo le habría de suceder esta vez, algo inesperado que haría que esta vez no fuera un día como cualquier otro.

¿Quieren saber qué es?

Pues bien véanlo en el segundo Capítulo.

CAPITULO II

Ernisca iba distraída por el camino sin percatarse de que se había pasado el cruce que la llevaba a la escuela y no se dio cuenta de su error sino hasta que llego al bosque de los arbustos petrificados allí se detuvo y al percatarse de lo acontecido se puso a llorar.

Sus lagrimas fueron tales que al juntarse la arena que brotaba cual lagrimas de sus ojos color violáceo con el viento que en ese momento había en el sitio, molestaran a un hombre ya mayor de unos 750 u 800 años.

Gustavo A.Borquez R.

5 comentarios:

Maria Carranza dijo...

Que lindo y profundo Gustavo,te felicito tienes alma de poeta o escritot,escribe mas que te leeremos.Maria Carranza.
Puerto Cabello.Venezuela

Mariana Puig dijo...

¿Gus te felicito!
Mariana -Chiloe -Chile

Gustavo Borquez dijo...

María Carranza:
Gracias por tus palabras. En breve estaré incluyendo algunas otras cosas que he seleccionado para este espacio. A veces tardo más en escoger que en escribir.
Saludos,
Gustavo

Gustavo Borquez dijo...

Mariana Puig:
Gracias por tus felicitaciones.
Un saludo,
Gustavo

Gustavo Borquez dijo...

Mariana Puig:
Gracias por tus felicitaciones.
Un saludo,
Gustavo